Para nosotros los humanos, la vida es una fiesta hasta que tomamos conciencia de la muerte. Cuando entendemos que la existencia es tan solo un pequeño oasis entre la nada y la nada. Descreidos de la eternidad de nuestras almas, vivimos aterrados por la posibilidad del final que nos asecha. Ese terror a la muerte, esa angustia existencial, hace que gastemos grandes cantidades de energia en negarlo.
Convencidos de que somos ese cuerpo que nace y que muere, empezamos a vivir entre dicotomias... dia y noche, luz y oscuridad, cielo e infierno... VIDA Y MUERTE.
La dicotomia no es parte de la naturaleza humana; sino que es la naturaleza humana. Tenemos en si lo mas sublime y lo mas abyecto. No somos malos o buenos, los humanos somos angeles y demonios.
Nuestra complejidad radica en si en la capacidad de dar vida o la de matar, la de amar hasta la muerte o vivir para odiar. Son el resultado de la lucha entre la pulsion de vida y la pulsion de muerte.No es nuestra culpa, esta en nuestra naturaleza. Nos atrae tanto el cielo mas elevado como el mas profundo de los abismos.
Cada dia, en lo mas profundo de nuestras almas, se da una batalla entre la vida y la muerte. Cada dia nuestros pobres corazones se ven tironeados por fuerzas antagonicas. Amar el costado luminoso de los humanos es facil, pero amar su oscuridad es revolucion.
El destino no es mas que el resultado de esa guerra que se da en nuestras almas, entre la luz y la oscuridad... ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE. Nosotros, nuestros cuerpos, somos solo el campo de batalla de una guerra eterna.
La experiencia humana es en si misma epica,una sucesion de batallas en donde lo mejor de nosotros mismos lucha contra nuestra parte mas densa. En la guerra entre la vida y la muerte, soldado que huye no sirve para otra guerra.
Amar cuando menos lo merezemos es amar la oscuridad y proyectar la luz. La vida es luz y la muerte , oscuridad. La vida es amor y la muerte, necedad.
En esa guerra eterna y diaria, la luz, la vida , cuenta con un aliado poderoso. Uno que la muerte desconose; el amor.No es que el amor venza a la muerte, sino que la trasciede. Cuando se ama se es inmortal.
La vida es un devenir entre luces y sombras, y los humanos somos equilibristas asustados que caminamos en la corniza... entre la vida y la muerte.