Para mí todo funciona por la confianza. La gente sigue las indicaciones de un médico, porque confía en la ciencia y en ese médico. La gente vive y duerme tranquila en su casa, porque confía en el arquitecto que la hizo. La gente se sube a un avión, porque confía en los ingenieros que lo hicieron y en el piloto que lo maneja.
Cualquier proyecto de dos o más personas se basa en la confianza que tenemos en los demás. El amor se basa en la confianza. Todo es una cuestión de confianza.
Todos somos desconfiados, por naturaleza, es nuestra manera de protegernos. Hay que ser suave para ganarte la confianza de alguien, suave y paciente.
La confianza se hace de a dos. Es tan difícil construir la confianza, y es tan fácil perderla.
miércoles, 27 de mayo de 2015
jueves, 8 de enero de 2015
Un Mundo Ajeno
Los humanos viven forzándose para que nada cambie. Corren, sufren, y hasta van a la guerra para que la vida que tienen siga siempre igual. Pero, el cambio, es la esencia de la vida.
Desde el preciso momento en que somos concebidos los seres humanos somos puro cambio, y sin embargo, es lo que más nos angustia, los cambios. Lo que no permanece inalterable.
El planeta en el que vivimos gira en su eje permanentemente y con este movimiento todo cambia, el clima, la noche, el día, las mareas, la vida.
Pero los humanos lo sufrimos porque cada cambio nos hace sentir que están en un mundo desconocido y, por lo tanto, ajeno.
Pero ¿cuál es la razón por la cual los humanos nos rehusamos a los cambios? Los cambios sacan a los hombres al mundo que dominan y lo llevan al otro inexplorado. El verdadero temor no es al cambio, sino a lo desconocido.
La nostalgia es el duelo por un mundo que ya no existe, lloramos por un mundo que no pudimos apresar y ya cambió.
Hay algo que angustia más que los cambios y lo desconocido, lo repetido, lo mismo de siempre eso que nunca cambia.
Nunca creas que sabes todo, porque el cambio es la naturaleza humana.
Solo hay dos posibilidades ante el cambio: negarlo o cambiar con él. Lo que no puede hacerse es detenerlo.
¿O no vinimos a eso? A cambiarnos, a cambiar? Y el cambio tiene vida propia. Se abre camino. El cambio, cambia en sí mismo.
Ustedes están convencidos de que la gente en el fondo no cambia. De que eso que son en esencia siempre seguirá igual. Bueno, les tengo una noticia, no solo se puede cambiar sino que van a cambiar. Están cambiando en este momento lo quieran o no. Y cada instante es una oportunidad para que ese cambio que va a ocurrir si o si sea positivo para ti.
Y si el cambio es positivo para ti, lo será para tu mundo también, porque tu mundo está cambiando segundo a segundo contigo. Si algo vive, esta cambiando y nadie sale igual de un encuentro. Así como nosotros vinimos a modificarlos y salimos modificados. Porque si no sales modificado es porque no viviste.
Ni las piedras quedan inalterables en este mundo. Los cambios no son buenos ni malos, pero pueden hacernos buenos o malos. Eso, es lo único que sí esta en sus mundos. Y aun cuando parezca que siempre es el mismo invierno siempre habrá un rayito de sol que te diga que el cambio está ocurriendo. Siempre, está ocurriendo. Estas cambiando tu, nosotros, y el mundo y cuando vuelvas a abrir los ojos vas a estar en un mundo ajeno. No intentes apresar, cuando te vayas tu mundo habrá cambiando y espero que aún para mejor.
Desde el preciso momento en que somos concebidos los seres humanos somos puro cambio, y sin embargo, es lo que más nos angustia, los cambios. Lo que no permanece inalterable.
El planeta en el que vivimos gira en su eje permanentemente y con este movimiento todo cambia, el clima, la noche, el día, las mareas, la vida.
Pero los humanos lo sufrimos porque cada cambio nos hace sentir que están en un mundo desconocido y, por lo tanto, ajeno.
Pero ¿cuál es la razón por la cual los humanos nos rehusamos a los cambios? Los cambios sacan a los hombres al mundo que dominan y lo llevan al otro inexplorado. El verdadero temor no es al cambio, sino a lo desconocido.
La nostalgia es el duelo por un mundo que ya no existe, lloramos por un mundo que no pudimos apresar y ya cambió.
Hay algo que angustia más que los cambios y lo desconocido, lo repetido, lo mismo de siempre eso que nunca cambia.
Nunca creas que sabes todo, porque el cambio es la naturaleza humana.
Solo hay dos posibilidades ante el cambio: negarlo o cambiar con él. Lo que no puede hacerse es detenerlo.
¿O no vinimos a eso? A cambiarnos, a cambiar? Y el cambio tiene vida propia. Se abre camino. El cambio, cambia en sí mismo.
Ustedes están convencidos de que la gente en el fondo no cambia. De que eso que son en esencia siempre seguirá igual. Bueno, les tengo una noticia, no solo se puede cambiar sino que van a cambiar. Están cambiando en este momento lo quieran o no. Y cada instante es una oportunidad para que ese cambio que va a ocurrir si o si sea positivo para ti.
Y si el cambio es positivo para ti, lo será para tu mundo también, porque tu mundo está cambiando segundo a segundo contigo. Si algo vive, esta cambiando y nadie sale igual de un encuentro. Así como nosotros vinimos a modificarlos y salimos modificados. Porque si no sales modificado es porque no viviste.
Ni las piedras quedan inalterables en este mundo. Los cambios no son buenos ni malos, pero pueden hacernos buenos o malos. Eso, es lo único que sí esta en sus mundos. Y aun cuando parezca que siempre es el mismo invierno siempre habrá un rayito de sol que te diga que el cambio está ocurriendo. Siempre, está ocurriendo. Estas cambiando tu, nosotros, y el mundo y cuando vuelvas a abrir los ojos vas a estar en un mundo ajeno. No intentes apresar, cuando te vayas tu mundo habrá cambiando y espero que aún para mejor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)